Pues, pensamos que habíamos terminado con la limpieza el jueves pasado, pero resulta que teníamos más trabajo despejando el área bajo la alambrada. Eventualmente queremos plantar moras y arboles frutales para crear una “alambrada comestible” y gratis, pero primero hace falta recuperar la tierra que está extremadamente seca y rocosa.
Diego invitó a algunos chicos curiosos a ayudarnos a quitar las piedras restantes del solar. ¡Qué adición más divertida al equipo! Es asombroso como los chicos puedan divertirse jugando en la tierra, y es diversión contagiosa. Mientras que estaban paleando la capa de basura a las bolsas convirtieron el labor en una búsqueda de tesoro; cada lata oxidada de Coca-Cola o juguete plástico de Burger King eran como diamantes u oro.
También conocimos a Aurora, una vecina que pertenece a la asamblea de Solar Lavapiés y que tiene contactos en otros huertos urbanos. Vamos a hablar con ella para ver si sus amigos del Campo de la Cebada pueden ir a impartir un taller de compost o como construir muebles usando palettes.
Al otro lado, los padres de Sara están visitando León y ¡nos traerán semillas cuando regresen! Todavía no es tiempo para plantar, pero al menos seremos capaz de empezar nuestra banco de semillas.
Entonces, para mañana: reparar la alambrada, demarcar la área designada para moras y arboles con los escombros y empezar la construcción de cajas de compost y los canteros. ¡Adelante!